el pequeño habitante de peludo andar, mirando de reojo todo lo que se mueve, acompañando las noches y mañanas, desavenencias, ausencias, presencias y somnolencias, jugando a los buenos días frente al panel radiante, con su queriendo constante y ligero,
es el amor.
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Anónimo dijo…
hello... hapi blogging... have a nice day! just visiting here....
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